El que busca encuentra.

11.1.11

Roque y Griselda.

Él siempre tan fuerte que hasta daban ganas de quedarse abrazándolo toda la tarde bajo la torrencial lluvia que trajo el huracán.
Ella y sus ramas retorcidas que terminan en un despeinado balbuceo, descuidada y frágil.

Perfectos para estar uno junto al otro toda la vida.

Él está encargado de impedir a las malas vibras entrar o salir de la casa. Debido a su gran tamaño y centenaria sabiduría es el guardián del templo abandonado, lleno de vestuarios, escenografías y utilería que nunca más aparecerán en escena.

Ella como voz de la tierra está encargada de proveernos de dudas envueltas en rubíes pequeñitos. Todas las preguntas del mundo naciendo una y otra vez en cada una de sus redacciones posibles, siempre envasadas en una gota de sangre nueva y distinta.

Es natural que entrar a lugares sagrados tenga su nivel de dificultad, pero una vez adentro tu vida cambia para siempre, aun cuando no puedas regresar.



Nunca pensé que el amor pudiera echar raíces tan firmes.

10.1.11

El secreto del vagabundo.

"Deberían ser mas amables", pensó mientras le detenía la puerta a la señora de morado, "yo decidí ser ésto que soy ahora; cada rastro de lodo, cada agujero en mi pantalón, cada uña extremadamente cubierta de mugre. Supongo que si ella supiera lo orgulloso que me siento de mi vida, todo sería distinto."

El puente podrido.

ese maldito puente donde el tiempo es infinito (infinhito), donde todo comienza y nada termina; es ahi donde las almas convergirán en el fin del mundo, donde el tiempo no existe y el espacio toma forma de momentos que se unen para desformar el tiempo, donde se forma la sabiduría, donde se arman las conciliaciones. El puente está entre la vida y la muerte; pero bien podría ser la muerte, el destiempo, el vacío, la selva y la ciudad haciendo el amor en silencio.

Ese bendito puente es un sin-lugar, una sin-razón, una sin-fonía (sin fonía, con fonía, con fonos, fonesto... funesto).

Ese puente es la mentira, la magia no escuchada, Dios en su mas exquisito disfraz, en su mas vulgar expresión, en sus mas íntimas ropas. Es ahi donde se deslizan los instantes lentos y sensuales en el frio de las madrugadas; Ahi donde Dios nos da la espalda para mirar su mas grande creación: Él mismo.

A Dios también le sorprende éste puente, por eso lo visita en las noches brumosas.

Una carta para mi poeta favorito.


He pensado en ti ultimamente, te recuerdo como si te estuviera viendo: tus letras, tus puntos y comas, tus espacios irremediablemente vacíos y aquellos que a pesar de estar en blanco están llenos de tu magia tan inocente, tu Yo imaginario, las manchas de tu sonrisa, el constante titileo de las estrellas en el fondo de tu mirada, los instantes llenos de ti, de tu aroma, de tu ausencia... compartimos el alma en aquellos cigarrillos interminables, en los churros, en la música, los libros, los cuentos, las pláticas, las caminatas, las madrugadas, los sueños, las traiciones y las pendejadas.

Siempre me he de sentir enamorada de tu compañía... y a veces te extraño.
Julia.