El que busca encuentra.

11.1.12

Hacía frío y él llevaba varios días caminando. Había cruzado el país entero por aire y por tierra en lujosos automóviles, camionetas o en viajes de aventón, según fuera su gusto en ese momento, jamás se había sentido cansado o alterado, la carretera lo acogía siempre, pero ésta vez la intemperie había cambiado todo. No un sólo coche, ni una sola persona, todos estaban refugiados menos él. A veces, sólo para pasar el tiempo se preguntaba si habría alguien más en ésta situación. ¿cómo fue que llegó allí ya no lo recordaba, no recordaba sus luchas idealistas y sus inmensos deseos de salvar al mundo. Sentía que era una mala decisión intentar pensar en eso.

Ahora que no se aceptan en ningún lugar éstos trozos de papel a los que la gente solía vender el alma no sirve de nada que traiga los bolsillos repletos de billetes, pero los conserva de todas formas, cree que le puedan salvar la vida.

28.4.11

Deseos y utopías

Quiero encontrar una ventana en la ventana que me invite a escapar al infinito, una puerta al final de la escalera que resguarde los libros que me llevan a viajar, una luna en el sol de medio día o un sol en los rostros desolados de las calles; una sonrisa honesta en los cuadernoss, un callejón pequeño en la mirada de las tías.

Quiero encontrar un paso firme en mis piernas de hilos enredados, de soldadera coja.

Quiero encontrar lluvias refrescantes en el rostro de los niños o una corriente de ilusiones en los mares de la guerra.

Quiero encontrar paz en mis zapatos y en mis blusas de verano, encontrar semillas de girasol en los regaños.

Quiero encontrar las huellas que dejaron mis abuelos y dejar las mías para que alguien más las encuentre cuando muera.